viernes, 26 de diciembre de 2008

Opciones aparentes


He querido que mi obra tuviese principio y final, y que entre los dos desarrollase un hilo conductor que quedase oculto al espectador. Por lo que mi obra no propone preguntas ni da respuestas, son historias que cambian dependiendo en gran manera de la persona que las lee.

Yo necesito este desarrollo y esta conexión con lo que hago, a veces es difícil de explicar. Normalmente mi obra ilustra un texto, o es parte de él. Un momento escrito se convierte así en una parte acabada de mi obra, pero no encierro todo el texto en un solo cuadro. No quiero dar tanta información, aunque a veces me critican por ello, demasiada información que oculta un hecho de más fuerza quedando este desfigurado, en un continente de pequeñas cosas sin importancia. Pero los héroes no son héroes cada momento del día, y seguramente en la vida de uno de estos héroes, solo lo ha sido por una hora, o un segundo, no podemos catalogar de héroes in perpetum. A los cuadros les pasa lo mismo, y a las instalaciones aun les ocurre más. Una actitud valiente va rodeada de pequeñas cobardías. Así pues una instalación encierra ese momento mágico y otros en los que no es tan evidente.

Seguramente es mi opción decantarme por uno u otro aspecto, pero a veces se hace tan difícil que me es imposible separar ambos. Es el espectador el que con su mirada tiene que decidir por un argumento u otro, un heroísmo o simplemente la vida cotidiana.
En la imagen, instalación de "La piel de Ulises" mediadas variables, hilo, madera fotografía y cobre. Año 2002.

lunes, 22 de diciembre de 2008

El sol de los días (2)



Creo que poco a poco hemos perdido nuestro sentido de la espiritualidad a cambio del consumismo más salvaje. En los paises pobres es donde estan más enraizadas las creencias hacia los espiritus y Dios o Dioses. Nosotros hemos dejado nuestras creencias para ir a toda velocidad en busca del pragmatismo.


Cuando se le pregunta a un arquitecto cual sería su obra más importante, contestaría la mayoría, que un estadio. Los estadios se han convertido en las modernas catedrales, en los circos mediáticos del siglo pasado y del actual. Los grandes acontecimientos ocurren allí, pero nos olvidamos que los acontecimientos importantes de la vida cotidiana ocurren en sitios pequeños y con poco público. Tienden a ser momentos íntimos.


Son en estos espacios delimitados donde el hombre expresa toda su fe, sea de la religión que sea, todas sus dudas existenciales, todo el amor del que es capaz de dar. Pero hemos olvidado de darle su sentido a estos momentos y solo nos fijamos en "el pan y circo" de los romanos.


La espiritualidad tiene que servir como un elemento diferenciador entre nuestra especie y las demás, el hombre a creado a sus dioses durante miles de años, tienen sus defectos y sus virtudes encierran lo que el hombre es.


El sol de los días, quiere hacer una llamada de atención a esa espiritualidad perdida, crear un lugar de reencuentro entre el hombre y sus propios dioses, y santificar el hecho humano olvidando todo lo aberrante y abyecto que el hombre lleva consigo.

En la imagen: Boceto 2 para "el sol de los días" tinta sobre papel y tiza. 21 x 32 cm.

martes, 16 de diciembre de 2008

La vida como motor de busqueda



Me pregunto muchas veces el porque del arte, de la literatura, de la música y de las otras especialidades que solo sirven para embellecer nuestra vida. La respuesta es un simple no se, el mundo vive de espaldas a estas "cosas". "El pensamiento contemporáneo es un timo". Hay otras preocupaciones en la gente común. Los artistas hacemos arte para nosotros mismos y para unos cuantos intelectuales que son tan olvidadizos como aduladores. Nunca habíamos puesto en juego la vida como ahora, todo la acorta y sin embargo la población es cada vez más vieja, pero no por ello más sabia. He llegado a la conclusión, seguramente errada, de que este mundo no necesita profetas, sin embargo se agarra a un hierro ardiendo en busca de esperanza.


Esperanza, ¿para qué?, si no sabemos utilizarla en nuestros momentos cotidianos y esperamos que no las den los dirigentes del mundo. Me da pena ese pensamiento y a la vez horror. Ellos harán caso omiso a los ruegos que vengan de nuestra parte, si no son muchos y vienen acompañados de una huelga general.


Ahora, que se acerca la navidad y todo el mundo hace promesas, solo veo gente incapaz de cumplirlas, de llevar a cabo las más mínima situación que cambie su vida. Y los artistas seguimos hablando de arte, arte social y comprometido para unos cuantos, belleza para unos pocos, y basura ininteligible y cara para la mayoría, que no se dan cuenta que detrás de cada obra se oculta el mundo en el que ellos viven y las artes comtemporáneas tienen la facultad o el defecto de mostrar al hombre como es, en este momento.


Dentro de unos años, cuando el arte actual se convierta en ismo, o sea "el decenio ecléctico", tendremos ante nuestros ojos la historia personal que hemos vivido y entonces puede que la generación futura ponga en su casa un poster de Esther Ferrer como decoración.

En la imagen "La frágil memoria", fotografía a color. Edición de 5 ejemplares.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Ajenos


El poder de la imagen se ha instalado definitivamente en nuestras vidas, antes el arte estaba hecho para el consumo de muy pocos, actualmente el arte se ha convertido en un expectáculo más de los que envuelven nuestras vidas, las obras no trascienden, no permanecen. Mueren jóvenes.

La publicidad y los medios de comunicación son los que convierten en obras maestras aquello que no es más que un epígrafe en las manos del artista. Sobre todo la anécdota es una de las razones fundamentales para considerar una obra de arte en obra maestra. ¿Cuantos diamantes tiene engarzados la carabela de Damien Hirst?, ¿Cuantos kilos de pintura ha gastado Barceló en la cúpula de las Naciones Unidas?. La verdad, ¿a alguien puede interesar estos datos?, por lo visto a más personas de lo que creemos, pero tendríamos que hacer una nueva reflexión: ¿a cuanta gente, de estos que le gustan tanto los datos, le interesa el arte?, verdaderamente nos encontraríamos con pocas.

Cuando a mi me preguntan cuanto tiempo dedico a una obra o una serie, siempre respondo con la mayor sinceridad posible, hay series como "im memoriam" que me ha llevado dos años de trabajo y como resultado son 14 lienzos de 1m. por 1m., sin embargo, "durmientes" fue comenzada en el 2005 y sigo trabajando en ella, el resultado final todavía no lo tengo definido.

Para mi, el material, tiempo o dedicación a una obra, carece de interés. Lo importante es que cumpla la función para la que fue creada, y con ello quiero decir que hay obras maestras cuya transcendencia en el arte contemporáneo ha sido fundamental y la intervención del artista mínima; por ejemplo "fuente" de Duchamp. ¿Que transcendencia tendrá para el futuro del arte la obras mencionadas ("For The Love of God" y la cúpula de las Naciones Unidas)?. Creo sinceramente que el valor de la anécdota, tristemente, ha dejado en bien poco el valor del artista.
En la imagen "El sutil vuelo", fotografía, resina de poliester, máscara africana, hierro industrial y sudario. Medidas variables, año 2000.

martes, 18 de noviembre de 2008

El espíritu de la granada


La concepción de arte esta cambiando rápidamente, hoy se considera arte el pensamiento del artista. Pero ha quedado un poco diluida la razón de la obra de arte o del objeto artístico. El artista se ve abocado a una vorágine de lo nuevo, de lo contemporáneo. Los artistas muchas veces pierden la razón cuando se ven inmersos en el descubrimiento perpetuo, a una situación tan límite como son nuestras propias vidas. El arte reflexiona, hoy más que nunca, en el hecho social y deja aparte el hecho espiritual. ¿Donde esta el alma del hombre actual?.

En la última mitad del siglo pasado se ha ido difuminando en nuestro globalizado mundo. Solo es posible un pensamiento y así nos vamos perdiendo por el camino lo que nos hace menos animales. Creemos que las normas y leyes son bastante para afirmar nuestra humanidad, pero la verdad es que las normas no bastan. Hoy he oído a un artista holandés decir que sus instalaciones urbanas no gustan a la gente cuando las ven, pero cuando tienen repercusión mediática, ya sea por televisión o por Internet, la gente acaba haciendo suya la obra y hasta dicen orgullosos que está en su ciudad. ¿Hasta ese punto hemos llegado que nos parece buena una obra según la repercusión que tenga?

Llegan malos tiempos para los que intentamos descubrir, como dijo Tàpies, los granos color rubí de la granada y dejamos atrás la piel oscura y sucia de la misma.

En la fotografía: instalación "Durmientes", lona, pintura plástica y lapíz, medidas variables, en proceso de trabajo.

miércoles, 22 de octubre de 2008

El sol de los días (1)



Cuando la familia Lercher me hicieron la proposición de que presentase un proyecto para la Johanniterkirche de Feldkirch, me hicieron un gran favor, en esos días había acabado el último cuadro que pertenecía a la serie "In memoriam", y me proponía continuar con una serie que había empezado varios años atrás, "Casting", una serie que hago en los momentos perdidos y que poco a poco cada vez tiene más consistencia.

Me puse a trabajar para el espacio que me presentó Goldfried Lercher, y se destilaron varias ideas bien diferentes, estas las pase por escrito a varios amigos, describiéndoles el lugar donde iba a estar situada la instalación. Una iglesia desacralizada en la ciudad de Feldkirch en la frontera occidental de Austria. El proyecto en este estado estaba lleno de espectación, ¿comprenderían los amigos lo que yo intentaba representar en las propuestas?, la unanimidad fue aplastante quedando "El sol de los días" como la instalación ganadora. Así pues me puse a trabajar y definir cada una de las partes que conformaban la memoria. "El sol de los días" empezaba a definirse. En septiembre presente la memoria en Austria y fue aceptada para el espacio de la iglesia, el tiempo: enero del 2010.

Parece mucho tiempo, pero los días transcurren rápidos, y cada una de las partes, formas que conforman "el sol de los días" son delicadas, casi invisibles en el entorno para las que serán creadas. Quiero que sea una instalación íntima, que haga que el espectador guarde silencio ante ella, que se recoja, cuando el invierno nevado y frío de los Alpes este en sus inicios, "el sol de los días" llevará un rayo de luz del mediterráneo a Austria.

En la imagen: Boceto 1 para "el sol de los días" tinta sobre papel y tiza. 21 x 32 cm.

sábado, 18 de octubre de 2008

Un punto de desaliento


Seguramente, este blog no lo esta leyendo nadie, y seguramente pasa desapercibido entre los cientos de miles de blogs que hay en la red, pero me siento contento de que algún día alguien descubra estos post y los lea, seguramente me conocerá un poco mejor. Pues bien, hoy ha sido de los días que me pregunto si de verdad estoy haciendo las cosas bien, si de verdad les dedico el tiempo que se merecen, que tendría que explicar más mis obras y las relaciones que me llevan a realizarlas, o simplemente cansado comenzar a pensar en tirar la toalla, esto último es lo que se aleja más de lo que he deseado en mi vida. No creo que sea el momento, ni la situación tan dramática, tengo proyectos importantes pero me gustaría que fueran más, que recuperase las lineas de obra que todavía no he presentado en público y bueno creo que todo podría ser fantástico, pero de momento solo esta siendo ligeros soplos de aire que no mueven molinos.

En la fotografía la obra "Chicas con paraguas" de 2007, 100x100 cm, sangre, pigmento y oleo sobre tela.

lunes, 13 de octubre de 2008

Felicidad


Cuando el tiempo pasa nos damos cuenta de que algunas cosas que hemos hecho han pasado de moda y han envejecido, otras en cambio se mantienen imperturbables. El tiempo confecciona su paso con retazos de memoria, retales de modernidad y bastante filosofía. Buscamos la felicidad, la solicitamos con grandes palabras y pequeños gestos, pero nos lleva poco tiempo al día encontrar esos momentos verdaderamente felices. La búsqueda de la felicidad, para mi, es el acto más contemporáneo de todos, no es la incomunicación de nuestras ciudades, ni tan siquiera la globalización. Muchas personas me dirán que la búsqueda de la felicidad es lo que ha estado buscando el hombre desde que tiene uso de razón, pero creo que no es cierto. Actualmente se ha masificado este concepto, promovido por los mas-media.

Dentro de unos años el tiempo habrá sentado en su sitio cada situación pasada. Y nos daremos cuenta de que el hombre futuro se ha hecho menos consciente de los logros conseguidos de lo que somos nosotros actualmente, y veremos como algo pasado de moda el hecho contemporáneo actual, solo superaran el paso del tiempo las obras que han encontrado una razón de futuro o que transciendan en el tiempo por su incorporación del hecho genuinamente humano sin aditivos que lo confundan. El secreto esta en escarbar en lo que somos más que en lo que queremos ser.
En la imagen, "Atlas de nubes 1, juegan blancas o negras, ganan o pierden las dos", fotografía encerrada en resina de poliester, damero y alianzas de oro. 2004.

domingo, 5 de octubre de 2008

Un viaje al Paraiso


Cuanto más miro mi obra "Promesas", más me gusta. En ella aparece un texto en alemán que traducido es: "Prometeme un viaje al paraíso pero prometeme también el regreso". Esta vida esta llena de pequeños y grandes viajes a paraísos, reales o imaginarios, pero para saberlos encontrar tenemos que pasar por pequeñas decepciones o tramos tortuosos.

Nuestra visión del paraíso no sería así sin esos momentos de desamparo, vivir en una nube nos lleva a olvidarnos que vivimos flotando. El momento febril de creatividad no sería tal en un paraíso sin esfuerzo, sin penas. El hombre no solo busca su sustento físico (a pesar de que una mayoría de personas lo aparenten), sino que busca una razón en la vida, una situación de perdurabilidad, de dejar un legado a generaciones futuras.

Cuando comencé "La piel de Ulises" fue una obra terapéutica, no me encontraba en uno de mis mejores momentos, sin embargo me llevo a conocer mejor mis limitaciones, mis miedos y virtudes, a poner a prueba mi paciencia, a estremecerme con cada rito que cumplía cuando iba desgranando cada pieza. "Promesas" fue una de las obras más rápidas, pero para mi una de las piezas más acabadas, se había desarrollado mientras hacia toda la serie, se había disputado su lugar de honor entre todas las piezas que componen "la piel de Ulises".

Mis paraísos han sido muchos, alguno tan pequeño como un segundo, otros tan enormes como inabarcables, pero siempre he regresado y ello me lleva a saborear más si cabe los paraísos futuros.


En la imagen: Promesas, misal, clavos, lápiz, oro y sangre. 2002.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Miedos

Hoy he recogido mi exposición en el tinglado 4 del puerto de Tarragona, me ha parecido raro ver los cuadros amontonándose de nuevo en mi estudio, cuando llegan al estudio parecen que se vuelven transparentes, hasta esfumarse como un fantasma entre los restos de una tragedia. Ahora empiezo de nuevo.

Ahora empiezo a trabajar "el sol de los días" mi próxima exposición y los miedos me asaltan como si fuera la primera vez, siempre los miedos.
El trabajo del artista, por lo menos en mi caso, es oscuro, cada serie de obras se comporta de la misma manera, llegan de pequeños impulsos y se empiezan a formar situaciones nuevas, que cada vez se hacen más autónomas, hasta escapar de mis manos, y entonces las doy por acabadas, y en todo ese periodo, que puede durar semanas o años esta el miedo, miedo a lo que opinen los demás, miedo a que vuelvan a mi estudio y se conviertan para siempre en parte de él, miedo a empezar de nuevo a sentir miedo.