martes, 18 de enero de 2011

A Antonio Pérez


El día 23 de diciembre, nos dejaba solos Antonio. Me recuerdo cuando nos conocimos por primera vez, cuando sacamos el fanzine "Asia en llamas", creíamos que la gente tenía que conocer nuestro trabajo. Yo por entonces hacía comics (tengo que decir, en honor de la verdad, que no muy buenos). Después crecimos, y nos dimos cuenta que las cosas no son como aparentaban, que la modernidad se estaba haciendo en sitios más lejanos que la provinciana Tarragona.

Antonio marchó a Estados Unidos, yo nunca tuve el valor de hacerlo, y comenzó una nueva vida allí, conoció nuevos amigos, pero nunca abandono a los que nos quedamos en España.

Cuando se cansó, volvió, con la patina de las personas que han viajado mucho. Que han visto nuevos paisajes y nuevas gentes, y que son capaces, aunque en el fue siempre, de sentir como suyas tus desgracias y alegrías.

Poco a poco su recuerdo se irá diluyendo de lo que fueron sus días malos, se ira mitificando en sus mejores momentos y siempre pensaremos que su vida es la que a todos nos hubiese gustado vivir.
En la imagen, Antonio en Nueva York.

No hay comentarios: